TERCERA POSICIÓN - control - transparencia y participación.

Las consecuencias del complot de silencio han sido y siguen siendo gravísimas para Argentina e Iberoamérica.

Pero, como bien sabrás, querido lector, si no tienes padrino no te bautizan. El mundo está demasiado bien para los privilegiados del sistema y no encontrarás una sola voz hispanoparlante que se rebele a cumplir las órdenes de la monarquía británica y su pandilla de arrogantes colonizadores.

No importa si tienen o no títulos de nobleza. Siempre que existió alguno fue porque lo ganan en guerra o lo compran con dinero de la corrupción. Los reyes de Hollywood, del mercado discográfico Sony BMG / EMI y los famosos mediáticos que se juntan a escoger a los ganadores de premios se multiplican como ratas.

Los jurados de los premios son empleados de un régimen de nepotismo y tienen de antemano el listado de los escogidos a la fiesta privada. Después les tocará a ellos la retribución y forman sus circulitos mezquinos con grave deterioro para los pueblos. Con su afán de penetración cultural se olvidan de algo: la cultura.

Estos lacayos saben de qué hablo. Tienen acceso a los servicios secretos, a los datos sensibles, para burlarse de mi empeño. Ignorantes como son, no advierten que cuanto más me proscriben, ningunean, discriminan y evitan mencionarme más crece mi poder, más la gente confía en su "generala" y más se alían detrás de proyectos que sin violencia y con inteligencia los van dejando de lado.

Ayer, un alumno me preguntaba ¿por qué no tomamos un canal de televisión para difundir la verdad?

Mi respuesta es siempre la misma.

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.

De ninguna manera le daremos argumentos a los manipuladores del modelo y a los nefastos corruptos para que ataquen a los humildes.

Ellos se enfadan. Dicen que sin armas no llegaremos a ninguna parte.

Pero, acaso ¿no era la poesía un arma cargada de futuro?

El futuro es hoy, como escribía el recientemente fallecido Mario Benedetti: "el futuro se acerca".

Internet es un arma. No lo quieren aceptar los dueños de los espacios públicos. Quieren condenar la gratuidad de acceso. La libertad que nos genera aire para poder decir lo que pensamos, que siempre es lo correcto, lo que piensan las mayorías silenciosas, los que apuestan al trabajo, al esfuerzo, a los estudios serios y profundos en lugar de poner cara al temporal y vender su alma por migajas.

Gustavo Caraballo, ex secretario técnico de María Estela "Isabel" Perón, guarda en silencio el testamento político de Perón. De ahí que en el viejo chat de calamaro, por los años 2002, Andrés utiliara el nick "caravaggio". Los espionajes de la CIA, permanentemente obsesionada con los espíritus libres lo transformó en la sala de sucesos del librito de Dan Brown: el Cödigo Da Vinci. Leonardo era ocultista. Dicen que también homosexual. No sé. Ya expliqué que lo que diga la OMS sobre el asunto de la elección no deja de ser una trampa para bobos. Los homosexuales tienen una discapacidad al no advertir las diferencias maravillosas y sutiles que existen entre los sexos y que reducir la situación a una vulgaridad nomenclada es pura misoginia y un modo de crear sectas ultrapoderosamente machistas (celibatos obligatorios, ejércitos bélicos por causas económicas, servicios secretos de Estado y festivales de la pornografía autorizada). No olvidemos la discrecionalidad de Hoover en la solapada manipulación mediática que ejerciera EEUU para lograr su finalidad. Teleológicamente amparados en el discurso libertino fueron avanzando sobre los territorios con argucias, miserias y malos entendidos. Crear hostilidades es la especialidad de estos personajes que dividen para reinar. Son muy inteligentes pero sus mentes están limitadas a una inteligencia de orden terrestre del mero existencialismo opulento. Les duele que sea una mujer, argentina, con valores trascendentes quien posea el iq más alto del planeta.

Sienten miedo de que se sepa y ordenan que de eso no se habla.

Vanitas vanitatum et omnia vanitas.

Eclesiastés.

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

Antoine de Saint-Exupery

El círculo de las vanidades es el centro del anverso

en la hoguera funeraria de los tropos del poeta.

Los malditos de la Erate queremos punzar el miasma,

extirpar la moral profanada por el pánico y la lujuria

insensata e insolente;

en una vivisección rigurosa

trepanar los cráneos

del perverso crimen organizado

con escalpelo, gubia o ganzúa,

con las llaves del infierno,

con bigote en desuso,

con riñones en la mano;

con registros barítonos

ansiamos lo imposible.

Queremos horadar al sonámbulo,

al anestesiado,

al cínico,

entrar en sus cabezas hueras

si no corre sangre en las arterias

de esos seres despreciables del damero,

ayuntados en coitos frenéticos,

mezquinos de mezquindad absoluta,

obstinadamente taimados,

tacaños de espíritu por definición de sombra.

El círculo de las vanidades no es pequeño

se expande cada día en un universo

que no se expande,

que gira y gira alrededor de un sol

que desconoce,

que han llamado Big Bang, que gira y gira

alrededor de otros soles

u otros universos

que también desconoce el dogma del ateo;

dioses eternos, que juzgan y que juegan

y nos donan una libertad que los avaros cantan

por gusto del dinero esclavista

pero son incapaces de sentirla.

Alguna vez sabrán, estas comadres inopinadas

si es que no mueren

persistiendo en sus errores,

qué significa la idea de la palabra Dios,

cual es la velocidad de la luz,

que –les voy tirando un dato-

es redonda y se mide en cálculos pitagóricos.

Ni con esa pista

adivinarán lo que quiero explicarles.

No se esfuercen.

No diré más.

Es inútil perder el tiempo,

que en la realidad no existe,

con los miriápodos

de cien pies enlodados y sin alas en las anclas,

Hay poetas afeminadamente premiados

que firman algunos versos

como propios,

pequeños poemitas robados al azar

de aquí o de allá,

con ánimo de lucro.

Van por ahí jactándose de ser artistas malditos,

revolucionarios encapuchados.

rompe huesos de las reglas

engalanados con trencitas de oro.

No son malditos por ese menester.

¡Qué bah!

Son benditos del sistema mercantil

que los apaña.

Hijos de la miseria que provocan

con su exquisita soberbia de elegidos.

Mancomunan

aplausos, medallas, abrazos,

y cobran mucho,

mucho,

lo que debiera darse gratis.

¿Es eso el Avangard de la vanguardia?

¿Es esa la mística religiosa, persuasiva,

que escogen para ser insectos?

Atestado está el planeta de repetidores de Dante.

Es hora de dejar las antiguallas perezosas

y marchar hacia el

Res non verba.