viernes, 15 de mayo de 2009

NACHA GUEVARA -Clotilde Acosta- diputada. LUCÍA ANGÉLICA FOLINO, a la avenida CORRIENTES ( intersección Banda Ancha).

Como ya no es un secreto para nadie mi proscripción por orden de la CIA y los métodos disuasivos que utilizan con la población que ve pasar la historia anonadada ante la inescrupulosidad de sus dirigentes políticos, sin tener una opción clara que se oponga a los entregadores de la patria, y resultando que me desgañito pidiendo cordura, que no se tomen las armas ni se alienten movimientos guerrilleros de ninguna especie, para no ser carne de cañón del imperialismo que nos da como única opción: yanquis o marxistas, durante las clases con mis alumnos del colegio secundario estamos creando un frente de "mosquitos" del "dengue": los que den guerra al modelo británico del vaciamiento nacional y la pobreza del pueblo.

Sorprendería a muchos aliados de la conspiración el nivel de pensamiento crítico que tienen los adolescentes, que lejos de ser instigados por los comandos "inteligentes" de la sociedad del Norte, se suman a la propuesta de resistencia pacífica (tan condenada por estos gobiernos seudo progres desde el año 55, tras la caída de Perón por el complot judeo-masónico-anarco-marxista.

Les quiero contar a los lectores, como desde la didáctica, las ideas republicanas se abren paso ante el cinismo de los cretinos (como los llamaba el General) que vienen con sus poderes omnipresentes a dejar sin efecto la consigna de libertad, igualdad, justicia y equidad que tan cara es a los argentinos.

La clase de hoy, sumamente creativa con chicos que leen para escribir sus propios poemas, fue una fiesta. No siempre se dan grupos tan homogéneos, ni los directivos son tan tolerantes como para permitir expresiones de este tipo. Como he comentado, no faltó quien diligente y sumisamente al ministro de turno del oficialismo censuró mi libertad de cátedra, cuestionó mis métodos pedagógicos y se vio tentado de exigirme que solicitara una licencia por causa psiquiátrica. Una vez explicados los puntos al superior, y planteada la cuestión del espionaje obsesivo y permanente con datos de la realidad, la relación educativa volvió a los cauces normales. Eso es lo bueno del diálogo apasionado y fundamentado.

Vuelvo a hoy, viernes 15 de mayo.
Prometí cantarles una canción y después de un recreo para distender los ánimos muy caldeados por las infinitas insensateces e injurias del ostracismo político y la negación de los reclamos populares, los chicos que se autocalifican como "los mosquitos" reclamaron la actuación pendiente.
Así que en una teatralización no profesional y exageradamente desafinada presenté el poema de Benedetti que con música de Favero hizo famoso Nacha Guevara (segunda candidata oficialista del kirchnerato).


"Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.



La generosidad de mis chicos aplaudía a rabiar sin notar la intención de burla, hasta que expliqué:

Si Nacha admitió no saber nada de política pero aceptó ser candidata a legisladora (órgano encargado de hacer las leyes que regirán las conductas ciudadanas) yo que soy abogada hace treinta años y que estudio las cuestiones de política y su manipulación desde hace más de cuarenta -ya que empecé desde muy pequeña a interesarme por los asuntos del Estado- puedo presentarme en la Avenida Corrientes y cantar "Isabelita", total... lo que menos le interesa a estos tipos es que uno se prepare para lo que debe hacer, porque como dijo un miserable ministro de Economía asignado por Harvard, que supimos conseguir con el silencio cómplice de partidos aliados a las relaciones carnales, iglesias promiscuas y periodismo anodino: "las leyes puede interpretarlas cualquiera que sepa leer", y tras cartón mandó a una científica "a lavar los platos".


La clase continuó distendidamente entre aplausos, lectura de derechos constitucionales, poemas, presentación de proyectos propios para un congreso serio, y una efervescencia de jóvenes de entre 15 y 17 años ansiosos por ser parte protagonista de una historia que estamos a punto de cambiar.

Citaré un ejemplo contundente: en tanto que el hijo del emperador Alfonsín recibe su segundo lugar en la lista radical por derecho de sangre, al ser preguntado en un progama de entrevistas que leyes impulsaría, respondió: que pediría un aumento para los jubilados.
Ni que decir que quedé estupefacta ante la pérdida de oportunidad histórica que el hijo del ex presidente dejó escapar con una respuesta melindrosa y sin énfasis.

Uno de mis alumnos en cambio, planteó la posibilidad de un subsidio para los bomberos de Echenagucía.
Después de las explicaciones del caso y advertido sobre la dignidad que tenemos la obligación de recuperar, el adolescente, que es un bombero voluntario, comprendió que lo que debe reclamar con ahínco -y me consta que llevará la inquietud a su círculo específico- es un sueldo en blanco y un presupuesto real para autobombas, materiales y uniformes de los bomberos provinciales.
La cara de mi alumno se iluminó de felicidad, porque logró asimilar que un subsidio presente es una limosna y tiene como contrapartida a futuro la necesidad de guardar las formas correctas ante los políticos que más tarde pasarán factura con el sufragio a cambio de la entrega. Nosotros, los docentes, les enseñamos a pescar, no damos pescado podrido importado de países extranjeros y capturado en nuestras plataformas submarinas, con consenso de la dirigencia que mira para otro lugar. Por eso la educación de la provincia de Buenos Aires, que aporta el 60% de los votantes y es gravitatoria a nivel nacional sufre lo que está sufriendo en cuanto a los bajos salarios, las presiones y la necesidad de contener un emergente de pobreza que nos manda la bonita Capital Federal.
En la página de Villa Bosch no dice nada, excepto hacer campaña a favor de Néstor K.
Pero otra alumna, Ivana, me comentó que alojaron debajo de un puente a una villa de emergencia nueva, erradicada por Mauricio Macri de la ciudad capital.
Así están las cosas por aquí.

Esta es la energía de la sana crítica. Los humildes e inocentes ya lo están comprendiendo; no obstante, el negocio del asistencialismo y la caridad sigue siendo sumamente rentable a la hora de ir a las urnas.

Probablemente, los renacuajos de las ideas del norte y del sur, ávidos de burlas y guiones para sus fueros televisivos, literarios y cinematográficos se han puesto a ordeñar con rapidez el capítulo del día. Lo firmarán con nombres falsos y cobrarán por omitir la parte sustancial del discurso.

Hay una salida viable. Y es la nuestra, la de los millones de argentinos que conformamos la mayoría silenciosa: los trabajadores, los intelectuales por vocación y no por comisión, los artistas que no hemos sido bendecidos por Erato, los estudiantes amantes de la revolución social en paz, los empresarios que apuestan en serio sus patrimonios y comprometen sus energías a la producción no especulativo, los políticos de buena fe, y todos los que no pensamos "es lo que hay" sino que apostamos por "es lo que hay... que cambiar".

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