jueves, 18 de junio de 2009

La inteligencia es el camino a la sabiduría.

Hasta aquí un breve resumen de mi proscripción política y de los perversos fines del sistema bipolar para mantener la corrupción sistémica y la dramática desigualdad a escala mundial.

La literatura y la filmografía (Hollywood, Allen, BBC, Disney) han abundado en estas cuestiones, evitando mencionar a los verdaderos procesadores y delegando la vigilancia, control y castigo en manos de sus altos CEO y empleados ejecutivos -hombres de negro- dedicados al negocio de búsqueda de seres "extraterrestres" (los alertadores del cambio climático a las órdenes de Al Gore, Bush, la CIA, los colombianos que apadrinan el negocio de la lucha en las calles para combatir el narcotráfico, que es el negocio más fabuloso del siglo XX y del que quieren tener absoluto control y dominio como García Márquez, Restrepo, Shakira, los argentinos que con sus discursos cuasi universitarios hablan de vidas pasadas y de psicoanálisis, robando mentes para la corona: Fabio Zerpa, Kustnetsoff, Lerner, Mauricio y José Abadi y cientos de miles de aliados más).

La Historia nos relata lo que nos ocurrió en el pasado.
El Derecho nos previene de lo que va a pasar en el futuro cercano.
La Filosofía nos aclara lo que sucederá más tarde o más temprano, en el mediano o largo plazo.
Por medio de la Filosofía se puede alcanzar la sabiduría.
Los filósofos deben conocer los hechos históricos y amañarse la comprensión de la deontología jurídica mejor que los abogados, motivo por el cual, deviene inevitable que los licenciados de Historia y los profesionales del Derecho no resistan la tentación de filosofar.
Los filósofos, en cambio, lo que no pueden resistir es vivir en su presente y se dedican a contruir ideologías o a remozar las antiguas.
Ideología no es Conocimiento. Conocimiento es Logos. El Logos, es lo general e involucra a todos los saberes humanos: resuelve el teorema, descubre la vacuna, pone a funcionar las tácticas, las técnicas y las estrategias contemporáneas.
El sabio no es un científico. Considera al Logos una ilusión de la vida; una forma de paliar el tedio, un alivio para mitigar la angustia del tanto penar para morirse uno. No obstante, no lo subestima y si de duele una muela va a consultar con el dentista; si su equipo deportivo favorito triunfa se alegra.
El sabio no es un poeta, pero leyó y escribió toda la Poesía. La Poesía no es sino un juego de niños adultos.
El sabio ama a los niños. El sabio simplemente ama a la humanidad, porque su argumento preferido se funda en el amor.
Los niños no son poetas ni cuentistas ni científicos ni filósofos; son embriones humanos en constante formación. Algún día serán hombres y mujeres del amor sexual. Otro día no tan lejano serán padres, abuelos. Hacia el final de la existencia serán ancianos vulgares o importantes. Unos pocos serán sabios y transmitirán la sabiduría a su descendencia biológica y moral, con la mirada, la actitud amorosa y el ejemplo espiritual.
Por eso, los niños están obligados a prestar atención a los mayores.
No saben cuando alguien les estará pasando la posta del futuro, para que logren controlar el caos, para custodiar nuestro planeta y sus alrededores, y lograr la supervivencia de la especie humana. En suma, aprender a amar que es algo que no se enseña en las Universidades.
Ustedes ahora se pregunta ¿para qué deben hacerlo?
Como soy vieja y sabia* puedo responder esa zozobra:
Sabemos que la realidad que nos empeñamos en transformar es intolerable y no dudamos de que la batalla está perdida de antemano, que no hay salida a la vista. Pequeña vista de animales cansados, desesperanzados, agobiados por la inescrupulosidad de las mil caras que adopta el delirio de poder de una élite de disminuidos mentales.
Nuestra "desesperada rebeldía" dicen que es infructuosa, y, a pesar de las habladurías, tiene augurado el éxito.
Cuando entiendan lo que digo serán apenas inteligentes.
La inteligencia es el camino a la sabiduría.



Lu
Ni tan vieja ni tan sabia, pero igual vale la cita.

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